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Café: Mucho Más Que Energía, un Neuroprotector para Tu Cerebro

El café es una de las bebidas más populares y consumidas en el mundo, pero ¿sabes cuáles son sus propiedades y beneficios para la salud? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre el café, desde su origen hasta sus diferentes formas de preparación y consumo. Aprende cómo el café puede mejorar tu ánimo, tu rendimiento físico y mental, tu metabolismo y tu prevención de enfermedades. Además, te damos algunos consejos para almacenar y disfrutar el café de la mejor manera posible.
Origen del Café
El café se obtiene de los granos tostados y molidos de la planta del cafeto, que pertenece a la familia de las rubiáceas. El origen del café se encuentra en la provincia de Kaffa, al norte de Etiopía, donde la planta de café se originó. La leyenda más difundida cuenta que Kaldi, un pastor ovejero de Etiopía, observó un comportamiento inusual y enérgico en sus ovejas después de que éstas comieran accidentalmente los frutos del entonces desconocido árbol de cafeto.
El café se expandió al resto del mundo con el dominio turco de Anatolia. Actualmente, la planta se cultiva principalmente en países tropicales y subtropicales como Brasil, Vietnam y Colombia.
Tipos de Café
Hay dos tipos principales de café: el arábica y el robusta. El café arábica es el más cultivado y consumido, tiene un sabor más suave, aromático y dulce, y contiene menos cafeína que el robusta. El café robusta es más fuerte, amargo y ácido, y tiene más cuerpo y crema.

Beneficios del Consumo de Café
El café tiene varias propiedades beneficiosas para la salud, entre las que se destacan las siguientes:
- Es un potente antioxidante. El café contiene compuestos fenólicos como el ácido clorogénico, el ácido cafeico y el kahweol, que protegen a las células del daño causado por los radicales libres, previenen el envejecimiento prematuro y reducen el riesgo de padecer enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
- Reduce el riesgo de padecer problemas hepáticos. El café tiene un efecto protector sobre el hígado, al reducir la inflamación, la fibrosis y la acumulación de grasa. También previene el desarrollo de cirrosis, hepatitis y cáncer de hígado.
- Es un buen diurético. El café favorece la eliminación de líquidos y toxinas a través de la orina, lo que ayuda a prevenir la retención de líquidos, la hipertensión y las infecciones urinarias.
- Activa el sistema nervioso. El café estimula la actividad cerebral, mejora la memoria, la atención, el aprendizaje y el estado de ánimo. También aumenta la producción de dopamina, serotonina y noradrenalina, que son neurotransmisores relacionados con el placer, la felicidad y el bienestar.
- Favorece la salud de las arterias. El café mejora la función endotelial, que es la capacidad de las arterias de dilatarse y contraerse según las necesidades del organismo. Esto previene la formación de placas de ateroma, que pueden obstruir el flujo sanguíneo y causar infartos o accidentes cerebrovasculares.
- Es efectivo para prevenir la enfermedad de Parkinson. El café reduce el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa, que se caracteriza por la pérdida progresiva de las neuronas que producen dopamina. La cafeína inhibe la acción de una enzima que degrada la dopamina, lo que ayuda a mantener el equilibrio entre la excitación y la inhibición neuronal.
- Aumenta el rendimiento físico. El café mejora la resistencia, la fuerza, la velocidad y la coordinación muscular, al estimular la liberación de adrenalina, que es la hormona que prepara al cuerpo para la acción. También favorece la oxidación de las grasas, lo que proporciona más energía y retrasa la fatiga.
- Ayuda a tener una buena memoria. El café mejora la consolidación y el recuerdo de la información, al activar el hipocampo, que es la zona del cerebro encargada de la memoria a largo plazo. También previene el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y a enfermedades como el Alzheimer.
Recomendaciones de Consumo de Café
Para disfrutar de los beneficios del café sin sufrir sus posibles efectos adversos, se recomienda seguir estas pautas:
- No consumir más de 400 mg de cafeína al día, lo que equivale a unas 3 tazas de café. Un consumo excesivo puede causar nerviosismo, insomnio, taquicardia, irritabilidad, ansiedad, temblores, dolor de cabeza y malestar gastrointestinal.
- Consumir café de grano. El café de grano conserva mejor sus propiedades y su sabor que el café molido o instantáneo, que puede perder aroma y calidad con el tiempo y el contacto con el aire. Lo ideal es moler el café justo antes de prepararlo, y usar un molinillo adecuado según el tipo de cafetera que se utilice.
- Evitar el café azucarado. El azúcar añadido al café aporta calorías vacías, que no tienen ningún valor nutricional y que pueden contribuir al aumento de peso, la caries dental y el riesgo de diabetes. Lo mejor es tomar el café sin azúcar o con edulcorantes naturales como la stevia o la miel.
- No utilizar el café como sustituto de alimentos o para mantenerse despierto. El café no debe reemplazar el desayuno ni ninguna otra comida, ya que no aporta los nutrientes esenciales que el organismo necesita. Tampoco debe usarse como una forma de evitar el sueño, ya que esto puede alterar el ritmo circadiano y afectar la calidad del descanso.
- Evitar el café descafeinado. El proceso de descafeinado elimina gran parte de los antioxidantes del café, lo que reduce sus beneficios para la salud. Además, el café descafeinado puede contener residuos de los solventes químicos que se usan para extraer la cafeína, lo que puede ser perjudicial para la salud.

Formas de Preparar Café
El café se puede consumir de diferentes formas, según el gusto y la ocasión de cada persona. Algunas de las formas más comunes son:
- Café solo o expreso. Es el café más puro e intenso, que se obtiene al pasar agua caliente a presión por el café molido. Se sirve en una taza pequeña, y se puede tomar solo o con un poco de azúcar o leche.
- Café con leche. Es el café más popular y consumido, que se prepara al mezclar café solo con leche caliente. Se sirve en una taza grande, y se puede tomar con o sin azúcar. La proporción de café y leche puede variar según el gusto de cada uno, pero lo habitual es que sea mitad y mitad.
- Café cortado. Es un café solo al que se le añade un poco de leche, lo que suaviza su sabor y su color. Se sirve en una taza pequeña, y se puede tomar con o sin azúcar. La proporción de café y leche suele ser de tres cuartos de café y un cuarto de leche.
- Café americano. Es un café solo al que se le añade agua caliente, lo que alarga su cantidad y reduce su intensidad. Se sirve en una taza grande, y se puede tomar con o sin azúcar o leche. La proporción de café y agua puede variar según el gusto de cada uno, pero lo habitual es que sea de una parte de café y dos de agua.
- Café capuchino. Es un café con leche al que se le añade espuma de leche y canela o cacao en polvo. Se sirve en una taza mediana, y se puede tomar con o sin azúcar. La proporción de café, leche y espuma suele ser de un tercio de cada uno.
- Café moca. Es un café con leche al que se le añade chocolate, lo que le da un sabor dulce y cremoso. Se sirve en una taza grande, y se puede tomar con o sin azúcar o nata. La proporción de café, leche y chocolate puede variar según el gusto de cada uno, pero lo habitual es que sea de una parte de café, dos de leche y una de chocolate.
- Café irlandés. Es un café solo al que se le añade whisky y azúcar moreno, y se corona con nata montada. Se sirve en una copa de cristal, y se debe tomar sin mezclar, para apreciar los contrastes de temperatura y sabor. La proporción de café, whisky y nata puede variar según el gusto de cada uno, pero lo habitual es que sea de una parte de café, una de whisky y una de nata.
Preparaciones Populares que Utilizan el Café como Ingrediente
El café es mucho más que una bebida para comenzar el día; también es un ingrediente versátil que puede transformarse en una amplia variedad de recetas, tanto dulces como saladas. Su sabor único y aroma característico lo convierten en el protagonista de numerosas preparaciones que encantan a los paladares más exigentes. A continuación, exploramos algunas de las creaciones más populares que incorporan café como elemento principal:
Helado de café: Este postre es una combinación irresistible de cremosidad y frescura, elaborado con leche, nata, azúcar y café. Puede disfrutarse solo o acompañado de sirope, chocolate o frutos secos. Además, se presta a ser combinado con otros sabores de helado, como vainilla, chocolate o menta, para crear contrastes deliciosos.
Tiramisú: Uno de los postres italianos más emblemáticos, compuesto por capas de bizcochos bañados en café y licor, que se intercalan con una rica crema de queso mascarpone, huevos y azúcar. La cobertura de cacao en polvo le da el toque final a esta preparación suave, cremosa y absolutamente deliciosa, ideal para disfrutar frío o a temperatura ambiente.
Brownie de café: Este pastel de chocolate y café se destaca por su textura densa y húmeda, con una corteza exterior crujiente. Es perfecto para acompañarlo con helado, nata montada o frutos secos, y puede servirse tanto caliente como frío, adaptándose a diferentes momentos y preferencias.
Salsa de café: Una opción original y sorprendente, ideal para quienes desean innovar en la cocina. Esta salsa combina café, azúcar, mantequilla y nata para obtener un acompañamiento con un sabor dulce y ligeramente amargo que complementa a la perfección carnes, aves o pescados, resaltando y equilibrando sus sabores.
Flan de café: Un clásico de textura suave y cremosa, preparado con huevos, leche, azúcar y café, cocido al baño maría para lograr su consistencia característica. Se sirve generalmente frío o templado, con una generosa capa de caramelo líquido que realza su dulzura y lo convierte en un postre irresistible.
Bizcocho de café: Este pastel esponjoso y aromático es un verdadero deleite. Se elabora con harina, huevos, azúcar, mantequilla y café, y puede decorarse con glaseado, chocolate o frutos secos. Es perfecto para acompañar con mermelada, nata montada o incluso una bola de helado, siendo una opción ideal para el desayuno, la merienda o un postre ligero.
El café, con su versatilidad y profundidad de sabor, sigue demostrando que es mucho más que una bebida, convirtiéndose en un aliado imprescindible en la cocina para crear momentos memorables.




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Recomendaciones de Almacenamiento del Café
Para conservar el café en buen estado y mantener su aroma y sabor, se recomienda seguir estas pautas:
Consumir el café lo antes posible, preferiblemente en un plazo de dos semanas desde su apertura. El café pierde su aroma y su sabor con el tiempo, y puede volverse rancio o amargo. Si se quiere conservar el café por más tiempo, se puede congelar, pero se debe evitar descongelarlo y volverlo a congelar, ya que esto puede dañar su calidad.
Guardar el café en un recipiente hermético, opaco y seco, que evite el contacto con el aire, la luz y la humedad. Estos factores pueden alterar la calidad y la frescura del café, y favorecer el crecimiento de hongos y bacterias.
Mantener el café alejado de fuentes de calor y de olores fuertes, que pueden afectar su temperatura y su aroma. El café puede absorber fácilmente los olores de otros alimentos o productos, lo que puede cambiar su sabor.
Preguntas Frecuentes sobre el Café
¿Cómo se prepara el café?
El café se hace al pasar agua caliente a presión por el café molido, lo que extrae sus componentes solubles. El método de preparación del café puede variar según el tipo de cafetera que se utilice, como la italiana, la francesa, la de filtro o la de cápsulas. Cada método tiene sus ventajas y desventajas, y puede influir en el sabor, el aroma y la intensidad del café.
¿Cuántos tipos de granos café existen?
Hay dos tipos principales de café: el arábica y el robusta. El café arábica es el más cultivado y consumido, tiene un sabor más suave, aromático y dulce, y contiene menos cafeína que el robusta. El café robusta es más fuerte, amargo y ácido, y tiene más cuerpo y crema. Se usa sobre todo para mezclas y cafés instantáneos.
¿Qué es el café verde?
El café verde es el café que no ha sido tostado, es decir, que conserva su color verde natural. El café verde tiene un sabor más amargo y ácido que el café tostado, pero también tiene más propiedades antioxidantes, ya que no ha perdido los ácidos clorogénicos durante el proceso de tostado. El café verde se consume principalmente como suplemento alimenticio, ya que se le atribuyen efectos adelgazantes, diuréticos y depurativos.
¿Qué es el café liofilizado?
El café liofilizado es un tipo de café soluble que se obtiene mediante la liofilización, es decir, la congelación y la sublimación del café líquido. El café liofilizado se presenta en forma de pequeños cristales que se disuelven en agua o leche. El café liofilizado tiene la ventaja de conservar mejor el sabor, el aroma y las propiedades del café original que el café soluble convencional, pero también tiene la desventaja de ser más caro y menos accesible.
¿Qué es el café soluble?
El café soluble es el café que se obtiene mediante la deshidratación del café líquido, lo que permite obtener un polvo o granulado que se disuelve fácilmente en agua o leche. El café soluble se elabora a partir de café tostado y molido, al que se le aplica un proceso de extracción, concentración y secado. El café soluble tiene la ventaja de ser rápido y práctico de preparar, pero también tiene la desventaja de perder parte del sabor, el aroma y las propiedades del café original.
¿Qué efectos secundarios tiene el café?
El café puede tener algunos efectos secundarios, sobre todo si se consume en exceso o si se es sensible a la cafeína. Algunos de estos efectos son nerviosismo, insomnio, taquicardia, irritabilidad, ansiedad, temblores, dolor de cabeza y malestar gastrointestinal.
En conclusión, el café es una bebida deliciosa y saludable, que se puede disfrutar de diferentes formas y ocasiones. El café tiene múltiples propiedades y beneficios para la salud, que pueden mejorar el ánimo, el rendimiento, el metabolismo y la prevención de enfermedades. Sin embargo, el café también puede tener algunos efectos adversos, si se consume en exceso o de forma inadecuada. Por eso, se recomienda seguir unas pautas de consumo y de conservación del café, que permitan aprovechar al máximo su sabor y su calidad. El café también se puede incorporar en la dieta diaria como ingrediente de diferentes recetas, tanto dulces como saladas, que pueden sorprender y deleitar el paladar. Así que, si te gusta el café, no dudes en probar sus diferentes variedades y preparaciones, y disfrutar de sus beneficios para la salud y el bienestar.
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